Tips para aumentar el consumo en la mesa e incrementar tu facturación

Aumenta tu facturación con estrategias sutiles y efectivas. Descubra cómo optimizar su menú y servicio para vender sin vender.

Es viernes por la noche en un asador. Un grupo de amigos llega, se instala en una mesa amplia y, sin dudar, ordena una botella de vino tinto para acompañar la cena. Para un mesero promedio, esto es solo una orden. Para un restaurante que domine el arte del servicio y la rentabilidad, es una oportunidad.

«Si pidieron vino, quieren disfrutar la noche», piensa el capitán de meseros. ¿Están celebrando algo? ¿Es una reunión de negocios? ¿O simplemente buscas una experiencia gastronómica completa? Las respuestas a estas preguntas pueden hacer la diferencia entre una cuenta estándar y una experiencia que el cliente recordará… con un ticket promedio más alto.

El arte de vender sin vender

Aumentar el consumo en la mesa no se trata de presionar al cliente ni de sugerir platillos al azar. Se trata de entender el comportamiento del comensal y ofrecerle exactamente lo que quiere antes de que lo pida.

Según la National Restaurant Association, los clientes están dispuestos a gastar hasta un 30% más cuando reciben sugerencias bien ejecutadas. Y no se trata solo de platos caros, sino de cómo se presentan.

  • Cuando piden vino tinto: Un carpaccio o una tabla de quesos pueden ser la recomendación perfecta. Algo que complementa el vino y prolonga la experiencia.
  • Cuando pregunten por el corte más recomendado: No se responde solo con el nombre. Se acompaña con una historia:  «Nuestra entrada premium se cocina a la parrilla a la temperatura perfecta y se acompaña con chimichurri casero y papas rústicas. ¿Te gustaría probarlo con nuestro vino de la casa?»
  • Cuando llega el postre: Un espresso o un licor digestivo como un amaretto pueden ser el cierre ideal. Son detalles que el cliente no planeaba pedir, pero con la historia correcta se vuelven irresistibles.

¿Cómo debe estar estructurado tu menú para favorecer estas estrategias?

No basta con que los meseros sugieran productos; el menú en sí debe estar diseñado estratégicamente para guiar las decisiones de compra del cliente.

Ubicación estratégica de los platos: Los productos más rentables deben aparecer en las primeras posiciones de cada categoría. Estudios han demostrado que el 60% de los clientes elige entre los tres primeros platillos de cada sección.

Platos ancla: Incluir un platillo de precio elevado en la parte superior genera un «efecto ancla», haciendo que los demás platos parezcan más accesibles, lo que incentiva un ticket promedio más alto.

Combinaciones inteligentes: Cree secciones en el menú que incluyan sugerencias de matrimonio o combinaciones recomendadas que pueden aumentar el consumo sin esfuerzo. Por ejemplo, si un cliente elige un filete New York, el menú puede sugerir automáticamente un cabernet sauvignon o un cóctel de autor.

Descripción detallada y evocadora: En lugar de «Tira de asado», es más efectivo decir  «Tira de asado cocida lentamente hasta alcanzar la perfección, servida con puré rústico y una reducción de vino tinto» .

Conoce los Reportes de ventas de Toteat y descubre qué platos y combinaciones aumentan el ticket promedio de tu restaurante.

Optimiza tus ventas con datos, no con suposiciones

La mejor manera de implementar esta estrategia es asegurarse de que cada decisión esté basada en datos y no en intuiciones.

Un sistema como  Toteat permite analizar qué platillos tienen mejor desempeño, cuáles se venden más en ciertas temporadas y qué combinaciones generan mayor rentabilidad.

Por ejemplo, si los clientes que piden vino tinto suelen elegir cortes magros, puedes ajustar el menú y capacitar a tu equipo para potenciar esas ventas. Con las herramientas de informes y control de inventario de Toteat, identifica qué matrimonios impulsan el consumo y aseguras su disponibilidad en los momentos clave.

El cliente no quiere sentirse forzado a gastar más dinero. Pero sí quiere vivir una experiencia completa, bien atendida y con sugerencias que realmente sumen a su visita. 

Los mejores restaurantes lo han entendido: vender mejor no es insistir, es estructurar cada detalle: desde el menú hasta el servicio, para incentivar el consumo de forma natural.